No lo hago casi nunca, pero voy a devolver este libro. Lo decido después de leer no más de diez páginas. Me resulta insufrible el tono didáctico que usa el autor para explicarnos cómo se lleva adelante un juicio penal.

¡Ojo! No lo culpo, no es mala la idea adentrar al lector en la metodología judicial si lo que se va a contar en las doscientas cincuenta páginas siguientes es el proceso de ocho meses que se les siguió a los acusados de haber participado del atentado terrorista que dejó 130 muertos en Paris. En todo caso el libro no es para mí. Siento que después de haber trajinado más de una década los tribunales para cubrir los juicios más resonantes de mi ciudad no necesito que me reciten de nuevo la función del fiscal, de los abogados civiles, o que cada vez que entra el tribunal el público debe ponerse de pie. Así que me encamino a la librería con el flamante ejemplar, cuidándome de no quitarle la faja roja plagada de frases elogiosas. O que intentan ser elogiosas. Leamos esta, sino: “El maestro de la autoficción habla aquí de sí mismo mucho menos de lo habitual y sale triunfante”, dice Jaques Braunstein, de la revista francesa Lire. Un amigo, Jaques, que en su ánimo de ensalzar aporta un argumento más para el cambiazo.

Por suerte, -¡ahora, decís por suerte!- hay un inconveniente que me impide devolver el libro. La encargada de caja no está por las tardes así que tendré que volver a la mañana siguiente. Y eso hago, vuelvo. Mientras espero que abra el local, en el café de enfrente ojeo las páginas siguientes de V13, la crónica judicial que Emmanuel Carrere convirtió en libro, y ya definitivamente atrapado en la telaraña del autor decido que no va a ser necesario visitar a la cajera de la librería.

“V13” es la abreviatura con la que pasaron a la historia los atentados yihadistas que se produjeron el viernes 13 de noviembre de 2015 en tres sitios de Paris, el más grave de ellos, en la abarrotada sala Bataclan donde actuaba la banda Eagles of Death Metal. Y V13, el libro, es el relato de los nueve meses del juicio que se siguió a 14 acusados de haber colaborado con los principales terroristas que se inmolaron con cargas explosivas alrededor de su cuerpo.

Carrere estuvo en la sala de juzgamiento de principio a fin como el más disciplinado de los cronistas judiciales. Y el traje de periodista no le va nada mal. Cada semana, el célebre escritor emerge de la amansadora tribunalicia con una crónica de 7.800 caracteres que puntualmente escribió para Le Nouvel Observateur, y que eran reproducidas también por La Reppublica en Italia, El País en España y Le Temps en Suiza.

Ese fue el andamiaje sobre el que se dio forma al libro, las crónicas semanales aumentadas por los detalles que Carrere no había podido incluir en el espacio que le imponían los diarios. Sus lectores, que ya son legión a lo largo del planeta, saben que en cada obra de Carrere se encontraran con unas cuantas referencias personales de este viejo conocido. Así hable de la carnicería familiar que montó Jean Claude Romand, el hombre que mató a su mujer, a sus hijos y a sus padres (El adversario), o de los dos supervivientes de un cáncer (De vidas ajenas), o de un personaje excesivo y fascinante que atravesó el apogeo y la caída del comunismo ruso (Limónov), Carrere se las ingeniará para dejar la marca de su yo en las páginas.

El recurso, tantas veces denostado, no es pernicioso en sí mismo y, en manos de Carrere, alcanza la dimensión de pura literatura, esa que se disfruta, que enoja, que compromete emocionalmente y que, en suma, no deja a nadie indiferente.

Aquí, en V13 la marca de identidad de Carrere está por todas partes, en la desconfianza que le provocan los testimonios de algunos de los acusados, en el llanto después de escuchar la historia de un padre que perdió a su hija en medio del trágico recital, en la admiración que le provocan la lucidez de los defensores que tratan de devolverles  a sus clientes la dimensión humana que parecen haber extraviado. En cada alternativa del juicio, Carrere no se priva de mostrarnos su presencia. Y en eso que algunos –como el autor de la faja del libro que pretendía ser elogiosa- pueden ver como un lunar, Carrere encuentra su fortaleza y el rasgo que lo distingue hoy como uno de los cronistas más lúcidos de nuestro tiempo.

V13 Crónica judicial

Emmanuel Carrere

Editorial Anagrama

Buenos Aires, 2023

263 páginas