Nueve precandidatos a intendente por el oficialismo son el mejor indicador del final de ciclo de actual mandamás de la ciudad de Río Cuarto, Juan Manuel Llamosas. Frustrado candidato a vicegobernador de Martín Llaryora, encabezó la nómina de candidatos a la Unicameral con la promesa de presidirla y dar el salto a la política provincial, pero su dura derrota en las urnas y los compromiso del nuevo gobernador con otros sectores del peronismo mediterráneo lo obligaron a pedir licencia como legislador y recluirse otra vez en su terruño, donde deberá intentar retener poder para su espacio político en la que será  la primera elección trascendente de la era Milei en el país. También, de alguna manera, el primer test en las urnas del gobernador Llaryora.

De los nueve precandidatos en carrera hay tres llamosistas despechados (los hermanos Mauricio y Gustavo Dova y el ex secretario de Gobierno Camilo Vieyra),  un ex funcionario municipal (Gustavo Dovis), un vecinalista (Roberto Aguilera), un empresario (Juan José Osés), un ex candidato a intendente y eterno vocal del ERSEP (Luis "Tin" Sánchez),  el actual secretario de Gobierno Guillermo De Rivas y la ex compañera de José Manuel De la Sota, Adriana Nazario.

Del amplio listado de aspirantes del oficialismo para suceder a Llamosas en el Palacio Municipal, De Rivas y Nazario corren con ventaja. El primero porque tiene el aval del intendente y por lo tanto cuenta con el aparato municipal para enfrentar la elección; y Nazario porque es la dirigente mejor posicionada en las encuestas.

Replegada de la política activa hace varios años, sus allegados aseguran que su decisión de participar esta vez es tan firme que si Llamosas no le abre las puertas del PJ irá por fuera. Su visita a distintas instituciones de la ciudad avalaría esta presunción. Inteligente, conocida, ambiciosa, con el aura de De la Sota y propuestas progresistas para una ciudad cada vez más conservadora, Nazario debe lidiar con la invariabilidad de su entorno, integrado por los históricos referentes de La Militante y los nuevos desocupados de la pyme que supo armar Marcos Farina durante su estadía en la Secretaría de Transporte de la Nación durante la presidencia de Alberto Fernández.

En el radicalismo miran con esperanza la dispersión de candidatos peronistas. En medio del agotador proceso electoral del año pasado -que incluyó elecciones provinciales, PASO, generales y balotaje-, el concejal Gonzalo Parodi le ganó con claridad la elección interna al médico Gabriel Abrile. A pesar de su larga trayectoria política -fue secretario de Acción Social del intendente Juan Jure y dos veces concejal-, su nivel de desconocimiento todavía es alto. Y el perfil de la coalición que pretender liderar es por momentos contradictorio: integra desde los sectores progresistas del ex Respeto hasta la derecha cada vez más gorila del Frente Cívico o la dirigente Viviana Boldetti, que adscribe a las ideas del espacio de ultraderecha que lideran el ex carapintada Juan José Gómez Centurión y la diputada Cynthia Hotton.

No está claro todavía si la UCR riocuartense llevará otra vez al PRO como furgón de cola o los macristas vernáculos presentarán candidato propio.

También los movimientos de La Libertad Avanza son un misterio, aunque el calendario avanza inexorable y producirá definiciones en los próximos días. A pesar del contundente triunfo de Milei en Río Cuarto, la ciudadanía vota diferente en cada elección y hasta ahora las urnas no han favorecido a los libertarios en las elecciones distritales.

Completan la grilla de candidatos a suceder a Llamosas el inefable Pablo Carrizo, condenado por violencia de género y expulsado del Concejo Deliberante; y su ex socio político Ivon Tesio, actual tribuno de cuentas y dirigente del partido PAIS, que ha logrado una inserción social interesante en la ciudad desde su original Granja de Ideas. En las próximas semanas se sabrá si se vota en abril, mayo o junio.