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¿Quién mató a Maria Marta?
La parábola del perejil
Foto: María Marta García Belsunce, víctima de un crimen atroz que deja en evidencia la profunda crisis del Poder Judicial.
El fallo que condena a Nicolás Pachelo por el crimen de María Marta repite el polémico procedimiento adoptado una década atrás por la misma Cámara de Casación que sentenció al viudo Carlos Carrascosa como autor del homicidio. Ante este nuevo desquicio judicial, ¿Intervendrá esta vez la Corte Suprema de Justicia?
Publicada el en Crónicas

En otro insólito capítulo de la kafkiana novela judicial del caso García Belsunce, la Cámara de Casación de la Provincia de Buenos Aires condenó esta semana a prisión perpetua a Nicolás Pachelo como autor material del crimen de la socióloga María Marta García Belsunce. Hace poco más de un año, en diciembre de 2022, dos de los tres integrantes del tribunal que lo juzgó en un proceso oral y público consideraron insuficientes las pruebas aportadas por los fiscales y lo absolvieron por el beneficio de la duda.  

Acorde a la inmediatez y la frivolidad de estos tiempos de periodismo exprés, un coro de animadores televisivos y radiales declamó que ¡por fin!, tras 21 años, “se hizo Justicia”. Presentaron al viudo de la socióloga como un héroe redimido y repitieron como un mantra los argumentos de los fiscales para atribuir el crimen al histriónico ex vecino del Carmel: indicios que efectivamente prueban que Pachelo tiene graves trastornos de personalidad, es un ladrón confeso y un mentiroso compulsivo, pero que no logran ubicarlo en la escena del crimen. Por eso, sin arma homicida, ADN ni testigos directos del homicidio, dos de los tres integrantes del tribunal lo absolvieron y destacaron en su voto que “el material probatorio presentado en este juicio permite valorar y extraer razones que devienen trascendentales para definir la situación de los ahora imputados, por cuanto en las conductas de los ya absueltos subyace todavía prueba de una deliberada simulación favorecedora del ocultamiento de la realidad conocida”. En otras palabras, dejaron sentado que la familia de María Marta y particularmente su viudo Carlos Carrascosa –finalmente absuelto de la acusación de encubrimiento y homicidio-, siguen siendo los principales sospechosos (de siempre).

Otro error (¿involuntario?) de los ventrílocuos mediáticos que se hicieron eco del polémico fallo de Casación fue presentarlo como una sentencia definitiva, cuando al menos quedan dos instancias de apelación: la Corte bonaerense y la propia Corte Suprema de Justicia de la Nación. Paradójicamente, el expediente volverá a transitar el mismo camino que recorrió en las primeras décadas de este siglo, cuando la burocracia judicial condenó a Carrascosa por encubrimiento y homicidio para luego absolverlo y admitirlo como “familiar damnificado” en el juicio a Pachelo.

La ruta judicial

Vale la pena repasar ese camino de senderos que se bifurcan para confluir en el mismo punto: María Marta fue asesinada el 27 de octubre de 2002 –aunque para su familia murió en un accidente doméstico-; cinco años después, en 2007, un tribunal de San Isidro condenó al viudo por el encubrimiento del crimen –el fiscal Diego Molina Pico lo había acusado subsidiariamente (sic) de homicidio-; dos años después, la Cámara de Casación bonaerense –la misma que ahora condenó a Pachelo, aunque integrada por otros magistrados- cambió la condena de encubrimiento por la de homicidio y mandó a Carrascosa por primera vez a prisión.

Los abogados del viudo consideraron que, más que una revisión, la reinterpretación total del expediente había dejado a su cliente sin derecho a defenderse. La apelación llegó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que en 2014 les dio la razón y ordenó a Casación que revisara la sentencia. En el interregno, el tribunal de San Isidro condenó en 2011 a la familia política de Carrascosa –Guillermo Bártoli, John Hurtig y Horacio García Belsunce (h), entre otros- por el encubrimiento del crimen de María Marta. Las condenas fueron confirmadas cuatro años después en Casación.

En 2016, la misma Cámara de Casación bonaerense absolvió a Carrascosa de los delitos de homicidio y encubrimiento. Al año siguiente, con Carrascosa libre de culpa y cargo, los nuevos fiscales que se hicieron cargo del expediente indagaron a Nicolás Pachelo y le imputaron en un mismo combo la comisión de los delitos de robo y homicidio. Dejaron sin efecto la citación judicial a Irene Hurtig, que permaneció siete años en el limbo sin aclarar a la Justicia qué hacía con su esposo y su cuñado en la escena del crimen la trágica tarde de octubre de 2002.

El 10 de diciembre de 2020, la Corte Suprema de Justicia de la Nación se negó a tratar la apelación a la absolución de Carrascosa. Aplicó el medieval artículo 280 del Código Civil, que la faculta a rechazar arbitrariamente –sin fundamento alguno- los recursos que llegan para su revisión. Clausuró así la posibilidad de revisar el desquicio judicial que convirtió a Carrascosa en encubridor, homicida y “particular damnificado”.

La intrincada burocracia judicial y la manifiesta arbitrariedad de los magistrados –que al menos en este caso parecen interpretar la prueba a su libre albedrío- le darán una segunda oportunidad: más temprano que tarde, el expediente que ahora tiene a Pachelo como único condenado por el crimen de María llegará a la máxima instancia judicial del país.

Si la Corte Suprema mantiene el criterio que aplicó con Carrascosa, el fallo de la Cámara de Casación bonaerense que condena a Pachelo debería ser revisado porque el “perejil” no tuvo ninguna oportunidad de defenderse de una reinterpretación arbitraria de la prueba. Y si, como todo hace prever, las apelaciones siguen, más temprano que tarde el expediente volverá a tocar la puerta de la Corte. ¿Aplicarán los cortesanos el polémico artículo 280 otra vez? ¿O abrirán la Caja de Pandora para explicarle a la sociedad argentina cómo hizo el Poder Judicial para determinar que a María Marta la asesinó Nicolás Pachelo y su propia familia encubrió el crimen?

Delicias de la Justicia country en la Argentina.

(*) Hernán Vaca Narvaja es autor del libro “Crímenes en familia. Delicias de la justicia country en Argentina”. Editorial Recovecos, Córdoba, 2023.

Hernán Vaca Narvaja
- Periodista y escritor -