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La isla que no fue
Foto: La euforia libertaria de los cordobeses no se tradujo en mejoras económicas para la provincia.
Los indicadores económicos expresan una recesión solamente comparable a la pandemia o la crisis del 2001, a la que Córdoba no es ajena. Una preocupación une a empresarios y gobernantes: ¿Qué pasará en los próximos meses con el nivel de empleo?
Publicada el en Crónicas

En la provincia de Córdoba La Libertad Avanza obtuvo uno de los resultados más amplios del país en el ballotage de noviembre del año pasado. En el promedio nacional de cada diez votos 5,5 fueron libertarios; en la provincia mediterránea, la diferencia fue de 7 a 3. La “isla” del cordobesismo repetía así la historia del año 2015, cuando le dio la victoria a Mauricio Macri y se convirtió en un distrito electoral clave para las aspiraciones presidenciales de la derecha.

Pero la cruda realidad demuestra que el contundente apoyo político de los cordobeses a Milei no redundó en beneficios económicos, sino más bien lo contrario: en Córdoba se produjo la misma dramática caída del consumo que en el resto del país, con algunos datos verdaderamente alarmantes de cara al futuro inmediato.

El año arrancó con una profunda disminución de ventas de autos 0 kilómetro. Según la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA), en el primer bimestre del 2024 se vendieron 58.729 unidades, un 27,4% menos que en el mismo período del año pasado, en el que se habían registrado 80.869 vehículos vendidos.

La abrupta caída de la compra de autos nuevos en el país condiciona de manera directa a las automotrices, porque la baja de ventas impactará más temprano que tarde en la producción y por ende en el nivel de empleo en una de las industrias más tradicionales de la matriz productiva cordobesa.

Las concesionarias tienen acumulación de stock: hay autos 0km en sus locales, pero no tienen a quién vendérselos. Y eso también empieza a tener consecuencias.

La empresa Renault ya anunció en su emblemática planta de barrio Santa Isabel la caída de 270 contratos desde el  primero de abril y lanzó un programa de retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas (la habitual salida de estas empresas cuando comienzan a bajar las ventas).

Nissan -que produce Frontier en Córdoba- también anunció el comienzo de suspensiones de personal y advirtió que ese proceso se extenderá durante todo el año 2024.

Lo mismo se puede decir de los autos usados: la venta de esas unidades disminuyó en el primer bimestre del año en las concesionarias cordobesas un 8,8%, según los datos de la Cámara del Comercio Automotor.

Comercio desplomado

"El comercio está en una situación crítica, las ventas siguen bajando, van en caída y no hay una recuperación", advirtió Carlota Greco, directora de la Cámara de Comercio de Córdoba, en diálogo con La Nueva Mañana.  El informe del ente que nuclea a los comercios cordobeses precisa que el 85% de los emprendimientos comerciales de la provincia tuvieron una retracción en sus ventas en febrero. Nada indica que los números finales de marzo hayan sido muy diferentes.

El estudio advierte además que la suba de los servicios públicos concretada en los últimos meses golpeó de manera directa las posibilidades económicas del sector, donde observan una pérdida de las ganancias en comparación con febrero del año pasado que rondaría el 10%.

Desde el Centro de Almaceneros de Córdoba hablan de una crisis amplia que golpea a todos los sectores y analizan su traslado al nivel de empleo. “En todos los sectores vemos una recesión, en alimentos y bebidas vemos una caída de ventas en un 28% e impacta en las Pymes y automotrices, lo que hace que las familias de mayores recursos no cambien sus autos, estas retracciones hacen que las Pymes tengan capacidad ociosa alta y ponen en franco a sus empleados, que en algunos casos llegan a despidos”, advirtió Vanesa Ruiz, gerenta del Centro de Almaceneros de Córdoba.

“Lo cierto es que bajó la inflación, pero la mala noticia es a costa de qué, estamos frente a una fuerte crisis económica, con fuerte recesión, con empleabilidad alta hasta ahora, pero de seguir así, seguramente veremos mucho desempleo”, insistió con crudeza.

Hay un dato oficial que sustenta el planteo de Ruiz: en diciembre de 2023 la gestión del ex presidente Alberto Fernández terminó -según el INDEC- con una desocupación en la ciudad de Córdoba del 6,5%, una de las más bajas de los últimos 20 años. Está claro que, con la recesión económica que afecta hoy a la provincia, esos números no se repetirán en el primer cuatrimestre de este año.

El panorama laboral se agrava también por el fuerte ajuste sobre puestos de empleo que se está concretando en el Estado nacional y que generó una ola de despidos y cierres de numerosos organismos nacionales en plena Semana Santa.

Desde la delegación cordobesa de ATE remarcan que la provincia nuclea, entre organismos estatales y empresas públicas nacionales con sede en territorio cordobés, la tercera grilla más amplia de trabajadores públicos nacionales del país.

Llaryora advierte

Quien también lo expuso sin eufemismos fue el propio gobernador Martín Llaryora: “Ya no se aguanta más. La verdad es que ya no se llega a fin de mes y muchos de los comercios, de seguir así, tendrán que cerrar sus puertas. Nos parece que hay que esperar ya que rebote la economía, como dicen ellos, y no sumar más medidas que afecten el poder adquisitivo”. Sus críticas no impidieron una nueva declaración de buena voluntad hacia el gobierno libertario, con renovadas promesas de apoyo a la nueva “ley  ómnibus”.

Peronismo cordobesista en su máxima expresión. O tímido pedido de bandera blanca. El lector sabrá leer entrelíneas, pero lo cierto es que la afirmación de Llaryora esconde otro problema acuciante: la abrupta caída de los fondos nacionales que envía la Nación a la Provincia. El que acaba de terminar fue el peor trimestre de los últimos ocho años en materia de transferencias nacionales.

En el acumulado al primer trimestre del año, las transferencias automáticas por coparticipación, leyes complementarias y compensaciones tuvieron una caída que se traduciría en una disminución real del 19% al descontar la inflación del período, explicó la consultora “Politikon Chaco” en su informe mensual. Esa disminución es en los fondos automáticos, es decir, en la coparticipación. Pero a esa merma de recursos se debe sumar la eliminación del Fondo de Incentivo Docente, el Fondo para el transporte y la paralización de la obra pública.

A lo que se agrega la siempre compleja situación de la Caja de Jubilaciones de Córdoba. Al cierre de esta edición no había certeza sobre qué pasará con el Decreto Nacional que establece el fin de la asistencia de la Nación a las Cajas provinciales que no adhirieron al régimen previsional nacional, pese a que esos fondos están previstos en el presupuesto reconducido de 2023. Ante la amenaza de los gobernadores de acudir a la Corte Suprema de Justicia, el ministro del Interior, Guillermo Francos, dijo que  los recursos serán enviados a las provincias, pero con otra denominación.  Mal presagio para el anunciado “Pacto de Mayo”, que debería firmarse… ¡en Córdoba!

Brotes verdes

En este maremoto de malas noticias económicas, dos sectores de la economía cordobesa tuvieron brotes verdes. El primero fue el turismo, que luego de una temporada estival muy mala, encontró en Semana Santa y el fin de semana XXL un aliciente. Según el presidente de la Agencia Córdoba Turismo, Darío Capitani, los principales destinos turísticos de la provincia oscilaron entre un 85% y un 98% de ocupación.

El otro rubro beneficiado fue el campo: la fuerte devaluación del dólar oficial en diciembre les permite exportar con mejores liquidaciones en pesos. Además, medidas en dólares, las ventas al extranjero de estos sectores crecieron un 63% en comparación con los primeros meses del 2023 porque aquel año estuvo marcado por la fuerte sequía que afectó al país.

La duda es qué pasará con el impacto de la inflación y el reclamo que vienen realizando las organizaciones gremiales del agro para que se implemente alguna medida similar al “dólar soja” que supo aplicar el ex ministro de Economía y fallido candidato presidencial Sergio Massa.

“Ahora vamos a entrar a un segundo trimestre, que habitualmente es más fuerte, así que vamos a ver si están dadas las condiciones para que los productores comercialicen los granos hacia la exportación. Los precios internacionales están muy por debajo del precio de los granos al momento de la siembra y, además, los insumos han subido fuertemente por el impuesto PAIS y otras condiciones. Eso lleva al productor a buscar un reacomodamiento de precios para más adelante”, aseguró Gustavo Idígoras, de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).

La promesa incumplida

Uno de los debates entre los economistas pasa por saber si el tan promocionado déficit cero que exhibe orgulloso el ministro Luis “Toto” Caputo es producto de “la licuación” (la diferencia que genera la devaluación de diciembre más la inflación) o “la motosierra” (el ajuste de gastos del Estado que está realizando el Gobierno nacional), o una combinación de ambos.

La realidad en Córdoba es que el ajuste por ahora no lo está pagando “la casta”; más allá de la eliminación de puestos de empleo y el cese de contratos, los datos de la economía muestran que el principal impacto de las medidas económicas tomadas por Milei en el sector privado se traduce en despidos, suspensiones y una caída generalizada del consumo.

Contrariamente a lo que se prometió en la campaña electoral, no se bajó ningún impuesto (inclusive algunos aumentaron) y se evidencian notables retracciones en casi todos los rubros comerciales de Córdoba.

¿El lector o la lectora de esta nota debieron reducir gastos en su hogar en los últimos cien días? La respuesta a ese interrogante puede ser indicativa de quiénes están pagando el ajuste libertario. 

Mattias Meragelman
- Periodista -